No existe un tratamiento ni un cura para esta patología. El tratamiento del EPOC va encaminado a aliviar los síntomas e impedir que la enfermedad empeore.
El objetivo principal para llevar a cabo este tratamiento es abandonar el tabaco, medida más importante para frenar la progresión de la enfermedad.
Como medidas no farmacológicas se recomienda:
- Dejar de fumar.
- Tratar de evitar la exposición a partículas irritantes en el aire.
- Esta enfermedad empeora con la gripe y la neumonía, por eso se recomienda vacunar cada año a estos pacientes.
- Beber gran cantidad de agua, facilitando así la expulsión de las secreciones.
- Hacer ejercicio físico.
En cuanto al tratamiento farmacológico en la EPOC se emplea para controlar los síntomas y para disminuir la frecuencia y la gravedad de las reagudizaciones. Existen dos tipos de fármacos principales:
- Broncodilatadores: se usan agonistas beta 2, anticolinérgicos y metilxantinas, cuya función es aumentar el diámetro del broquio. Se administran por vía inhalatoria.
- Fármacos antiinflamatorios: conocidos como esteroides, que tienen por función disminuir la inflamación de la mucosa del bronquio. Se pueden tomar por vía inhalatoria o oral.
Existen otros tratamientos pero estos solo están recomendados en algunos pacientes, como mucoliticos o sustancias que ayudan a expulsar el moco, antitusivos que disminuyen la frecuencia de la tos o antibióticos cuando existen infecciones respiratorias.
El oxígeno domiciliario es recomendado a pacientes en estadios avanzados de la enfermedad.
Y otros tratamientos menos frecuentes son los quirúrgicos, como pueden ser la reducción del volumen pulmonar, la bullectomía o el trasplante pulmonar, nunca elegido como primera opción.