lunes, 19 de diciembre de 2016

DIAGNÓSTICO ESCOLIOSIS

Es importante conocer si la persona posee antecedentes familiares con escoliosis. Lo primero en lo que nos fijaremos será en el dorso del paciente. Si presenta un dorso curvo, o una asimetría en cintura u hombros, nuestro objetivo será determinar si se trata de una deformidad estructural o postural.


Lo primero será realizar la prueba de Adams. Esta servirá para detectar la giba costal. Consiste en flexionar el tronco hacia delante y hacia abajo, manteniendo las dos extremidades superiores estiradas con las manos juntas. Si observamos una diferencia de longitud entre las extremidades inferiores, un desequilibrio pélvico o alguna otra deformidad, es posible que se trate de un trastorno postural.




En la escoliosis torácica, la columna suele curvarse hacia la derecha (es decir, la vértebra vértice se curva a la derecha). En el caso de la escoliosis toracolumbar, y la lumbar, se curva hacia la izquierda.



Lo más normal es que si se trata de un paciente adulto, además de la deformidad presente también dolor. La exploración clínica debe centrarse en lo siguiente:


  • Altura de los hombros.
  • Demografismo en la zona vertebral.
  • Giba en visión lateral de forma que el tronco esté inclinado.
  • Ángulo toracobraquial (lo forman el tórax y el brazo).
  • Altura de las crestas ilíacas.

Por otra parte, por lo que refiere a la parte radiológica del diagnóstico realizaremos los siguientes exámenes:

  • Radiografía completa de toda la columna vertebral en posición de bipedestación.

  • Test de Bending, una radiografía en decúbito supino en posición de máxima inclinación derecha o izquierda (dependiendo de cómo sea la curva). Ayuda a determinar su flexibilidad.

  • Radiografía lateral de la región lumbosacra, para detectar otras posibles alteraciones asociadas, como por ejemplo la espondilolistesis (desplazamiento de una vértebra sobre otra).

  • Radiografía de la mano, para observar el crecimiento articular.

Es muy importante medir el ángulo de Lippmann-Cobb, para saber el grado de curvatura de la escoliosis. Consiste en trazar una línea por la superficie superior de la vértebra superior, y otra por la superficie inferior de la inferior, y al cruzarse, estas dos líneas marcarán el ángulo de la curva de la siguiente forma:

La gravedad de esta enfermedad, su clínica y su pronóstico dependen en gran medida de la edad en la que aparece, sus características y la localización.

Se pueden realizar otras pruebas de diagnóstico por imagen, como por ejemplo la tomografía axial computarizada (TAC), que nos servirá para planificar una intervención quirúrjica, asumiendo el riesgo que supone su radiación. Otro ejemplo sería la resonancia magnética, que nos proporcionará información en caso de que se sospeche de un posible daño en la médula espinal.