TIPOS
El derrame pleural se divide en dos tipos según su etiología o origen:
- Un derrame pleural trasudativo es causado por líquido que se filtra hacia el espacio pleural debido a una presión elevada en los vasos sanguíneos o a un contenido bajo de proteínas en sangre. La causa más común es la insuficiencia cardíaca congestiva y en menor medida, por cirrosis hepática.
- Un derrame exudativo cuya procedencia puede ser variable. Entre las más frecuentes se encuentra el bloqueo de los vasos, tuberculosis, neumonías, lesiones pulmonares o tumores.
CAUSAS
Según la SEPAR(Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) las causas de una acumulación de líquido en la pleura están recogidos en el siguiente cuadro:
CAUSAS
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Insuficiencia cardíaca
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Enfermedades sistémicas
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Hipertensión
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Enfermedades ginecológicas y digestivas
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Cáncer
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Enfermedades hepáticas
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Medicamentos
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Secundarios a amiodarona,
nitrofurantonía, metisergida, bromocriptina
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Tuberculosis
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Enfermedades inflamatorias e infecciosas pulmonares
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Neumonía
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Cirugías abdominales o torácicas
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En
ocasiones. Suelen ser pequeños, asintomáticos y de curación espontánea
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SÍNTOMAS
El derrame pleural puede ser una patología asintomática. En el caso de que se manifiesten síntomas, entre los más comunes se pueden incluir los que se mencionan a continuación:
- Dolor torácico agudo que empeora con la tos o con cada respiración profunda del paciente afectado. Se conoce también bajo el nombre de dolor pleural o pleuritis. Puede tratarse de un dolor localizado en la zona de acúmulo del líquido o estar irradiado hacia la base del cuello. En el caso del derrame pleural, ese dolor desaparece a medida que el líquido se acumula. Grandes cantidades de líquido dificultan la expansión de uno o de ambos pulmones al respirar, lo que causa una sensación de ahogo
- Respiración acelerada
- Disnea
- Tos
- Fiebre
- Hipo, por un movimiento involuntario del diafragma
