CAUSAS
Es difícil establecer el origen de la escoliosis. Existen diversas causas para esta patología, entre las que se incluyen las siguientes:
- Deformidades de columna vertebral congénitas, que están presentes en el nacimiento o influidas por el entorno. En este caso, las costillas y vértebras no se forman de forma adecuada.
- Afecciones de tipo genético
- Longitud desigual de los miembros
- Problemas de tipo neuromuscular, causado por un fallo a nivel del sistema nervioso que afecta a los músculos. Se incluyen patologías como distrofia muscular, espina bífida, polio o incluso parálisis cerebral o cierto tipo de tumores.
En determinados casos, sumando al rededor del 80%, son de causa desconocida. Es lo que se denomina escoliosis idiopática.
Además, la escoliosis puede ser no estructural, cuando la columna vertebral tiene una estructura normal y la curvatura es temporal, o estructural, que incluye los casos en los que presenta una curvatura lateralizada de forma permanente
Existen grupos de riesgo, entre los que destacamos el sexo femenino. Ciertas personas son más propensas a desencadenar este encorvamiento en la columna vertebral, que generalmente empeora durante un periodo de rápido crecimiento.
SÍNTOMAS
En la mayoría de pacientes no existen síntomas, pero si se manifiestan, varían en cada paciente. Entre los signos más frecuentes se pueden incluir los siguientes:
- Hombros a desnivel, con un omóplato más prominente en comparación con el otro
- Apariencia de cadera elevada y prominente
- Apoyo de todo en peso corporal sobre un lado
- Cabeza no centrada sobre la pelvis
- Caja torácica a distinta altura
- Prominencia costal en el momento en que se agacha
- Cambios en el aspecto de la piel que recubre la columna
- Dolor de espalda, generalmente en la zona lumbar
- Sensación de cansancio de la columna tras estar sentado o parado durante un largo periodo de tiempo