Los objetivos del tratamiento del asma son:
- Controlar la inflamación de las vías respiratorias
- Evitar sustancias desencadenantes de los síntomas.
- Ayudar a realizar actividades normales sin síntomas de asma.
En cuanto al tratamiento de esta patología, se puede abarcar desde dos perspectivas: medidas farmacológicas y no farmacológicas.
MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS
El objetivo de este tratamiento es evitar las causas que desencadenan la enfermedad, como son:
- Pólenes: los días de viento, secos y soleados, que son cuando se produce una mayor concentración de estas sustancias, lo mejor es evitar en la mayor medida posible, salir al exterior.
- Ácaros del polvo: evitar alfombras, cortinas, moquetas, disminuir si es posible la humedad ambiental...
- Hongos: no pasear por terrenos húmedos en otoño y en el invierno tras la caída de las hojas, evitar el exceso de plantas dentro de la vivienda etc.
- Animales: evitar tener animales en el interior de las viviendas.
- Fármacos: un gran porcentaje de la población tiene alergia al ácido acetil salicílico, con lo cual se debe evitar.
TRATAMIENTO MÉDICO
En cuanto al tratamiento médico del asma abarca los fármacos conocidos como: antiinflamatorios y brocodilatadores.
- Antiinflamatorios: los más empleados son los corticoides, que disminuyen la inflamación de los bronquios. Pueden administrarse por vía inhalatoria, oral o intravenosa.
- Broncodilatadores: se usan los agonistas beta 2 y las metilxantinas, cuya función consiste en aumentar el diámetro del bronquio.
La inmunoterapia también es empleada en el tratamiento del asma, pero se emplea únicamente en pacientes sensibles a un alérgeno, en los que se ha conseguido una buena respuesta al asma. Esta terapia se lleva a cabo en el hospital por personal preparado.
Por otro lado, están los antihistamínicos, que a pesar de no curar el asma son útiles para disminuir los síntomas como puede ser el picor de nariz.