CAUSAS
En la mayor parte de los casos, la embolia pulmonar se asocia a factores de riesgo desencadenantes, calificándose como provocada. En el caso de no identificar factores predisponentes hablamos de una embolia no provocada o espontánea.
Los principales factores desencadenantes son los siguientes:
- Traumatismos graves
- Cirugía mayor
- Lesiones en miembros inferiores
- Daños en médula espinal
- Cáncer de etiología variable, como el de pulmón o páncreas, o tumores que afectan al sistema nervioso central
En el caso de las mujeres, aquellas que se encuentran el su periodo fértil, el empleo de anticonceptivos orales es el factor desencadenante más habitual. Para las pacientes gestantes, el riesgo se establece durante el tercer trimestre de embarazo y en las seis semanas post-embarazo. En cuanto a ala fecundación in vitro, también supone un mayor riesgo a la hora de padecer una enfermedad tromboembólica venosa.
SÍNTOMAS
Las manifestaciones clínicas de la embolia pulmonar son inespecíficas, lo que muchas veces dificulta establecer su diagnóstico.
Algunos de los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Sensación de ahogo
- Respiración acelerada y dificultosa, lo que desencadena ansiedad en el paciente
- Dolor torácico que aumenta con las respiraciones profundas
- Debilidad
- Mareos, desvanecimientos o convulsiones
- Cianosis de la piel y mucosas
- Fiebre
- Hinchazón de miembros superiores
Entre otros síntomas se incluye: presión arterial baja y frecuencia cardíaca rápida, tos con expectoración de sangre o sudoración excesiva con una sensación de frío repentina.