martes, 20 de diciembre de 2016

DIAGNÓSTICO ESPONDILOLISTESIS

Iniciaremos su diagnóstico con la exploración física del paciente. Lo primero será ver su postura, cómo se mueve y su condición física en general, tomando nota de cualquier movimiento que pueda causarle algún dolor. Mediante el tacto observaremos la curvatura de su columna, la alineación de sus vértebras y si existe alguna contractura muscular. Este trastorno puede causar variaciones en la forma de andar, como balanceos, así que también será necesario que el paciente camine.


En el examen neurológico, comprobaremos el estado de los reflejos, la fuerza muscular, si hay algún tipo de afectación neurológica y el grado de dolor (si existe). Con todo esto sabremos cuán deslizada está la vértebra, y cómo esta afecta a su vida cotidiana.



El exámen más habitual para diagnosticar una espondilolistesis es la radiografía de rayos X. Si es necesaria más información, también se puede recurrir a una tomografía computarizada (TAC).



Radiografía (izquierda) y TAC (derecha)
con espondilolistesis