El diagnóstico de las hemorroides dependerá si estas son externas o internas.
En el caso de las externas, bastará con un simple examen rectal por parte del facultativo.
Pero si por el contrario, nos encontramos ante una hemorroide interna, podremos diagnosticarlas mediante el empleo de tres exámenes o pruebas:
- Examen rectal.
- Sigmoidoscopia.
- Anoscopia.
El examen rectal o tacto rectal es una prueba médica consistente en la exploración de las estructuras anatómicas que comprenden el aparato genitourinario y digestivo inferior, mediante la palpación realizada introduciendo un dedo a través del ano.
La sigmoidoscopia permite al personal sanitario examinar el revestimiento del recto y llegar hasta el colon sigmoide, introduciendo en el ano un tubo flexible de poco grosor, y haciéndolo avanzar a través de dichas estructuras.
Finalmente, la anoscopia es una técnica que permite visualizar el interior del ano y del recto. Para ello, se emplea un anoscopio, que es un tubo de unos 10 centímetros de largo y 4 de diámetro, flexible y con una cámara, que se introduce a través del ano y permite sacar fotos o vídeos.